Abigail Arredondo pone el ejemplo. En su 1er Informe, la diputada del PRI recorre Querétaro con hechos, no con promesas

Querétaro, Qro. — En un ejercicio de rendición de cuentas cercano y profundamente humano, la diputada federal por el PRI, Abigail Arredondo, ha iniciado su primer informe de actividades legislativas recorriendo los rincones de Querétaro no desde una oficina o un escenario artificial, sino desde el territorio, entre la gente, cara a cara con las y los ciudadanos que representa.

Uno de los momentos más significativos de este recorrido fue su visita a Amolitos, una comunidad que, aunque pequeña en extensión, es enorme en identidad, esfuerzo y simbolismo para el estado. Ahí, Arredondo dejó claro que el trabajo político no se construye desde lejos ni se improvisa desde un escritorio. Se hace caminando junto a la gente, escuchando sus necesidades reales y buscando soluciones concretas.

“Llegamos a Amolitos: cada rincón del estado durante este primer informe es reconocer que el trabajo no se hace desde lejos. Se hace con la gente, escuchando, caminando y resolviendo”, escribió la diputada en sus redes sociales.

Amolitos, ubicado en la sierra queretana, representa la fortaleza de las comunidades que, pese a ser históricamente marginadas por los gobiernos en turno, han sabido salir adelante gracias al trabajo colectivo, la identidad cultural y el amor por la tierra. Que una diputada federal llegue hasta ahí, en lugar de concentrar su informe en un auditorio de ciudad, habla del tipo de política que Abigail Arredondo practica: una política que camina por las calles, que conoce a su gente y que honra el servicio público.

Otro punto clave del recorrido informativo fue el mercado municipal de Cadereyta, un espacio donde late la historia cotidiana de miles de queretanas y queretanos que, con trabajo honesto y constante, sacan adelante a sus familias. La diputada volvió a este sitio emblemático no solo para saludar a quienes ya conocía, sino para escuchar nuevas voces, nuevas necesidades y renovar su compromiso con quienes luchan diariamente por una mejor calidad de vida.

“Volver al mercado de Cadereyta es volver a las historias que realmente importan. Escuché a quienes, con esfuerzo y dignidad, sacan adelante a sus familias todos los días. Ahí es donde late el corazón de Querétaro, y ahí es donde el PRI va a seguir”, compartió Abigail Arredondo.

Los mercados municipales, como el de Cadereyta, no son solo centros de comercio, sino verdaderos núcleos de identidad y economía local. Representan el sustento directo de decenas de familias, fomentan el consumo local, preservan tradiciones y son espacios de encuentro social. La presencia de una representante federal en este lugar reafirma su apuesta por una política sensible, enfocada en fortalecer los pilares que sostienen a las comunidades desde abajo.

A diferencia de otros informes centrados en cifras frías o en actos mediáticos, el de Abigail Arredondo tiene rostro, nombre, y territorio. Su visita a Amolitos y Cadereyta no es casualidad: es parte de un recorrido que busca demostrar que sí se puede legislar con sensibilidad social, que sí se puede representar dignamente al pueblo y que el PRI tiene perfiles que construyen con hechos, no con discursos vacíos.

Con un estilo directo, cercano y comprometido, Abigail ha logrado posicionarse como una de las voces más activas y honestas del PRI queretano. Desde el Congreso de la Unión ha impulsado iniciativas enfocadas en el fortalecimiento de los servicios públicos, la protección de las mujeres, el respaldo a la economía familiar y la mejora de la calidad de vida en las comunidades.

El primer informe de Abigail Arredondo es también un mensaje político claro:

el PRI en Querétaro no está esperando tiempos electorales para aparecer; está trabajando todos los días, en cada rincón del estado, con rumbo y con responsabilidad. Frente al abandono y la indiferencia de otras fuerzas políticas, el tricolor demuestra que aún hay liderazgos comprometidos con la tierra y con la gente.

Y en tiempos donde muchos políticos prefieren el reflector a la caminata, Abigail Arredondo demuestra que la política de resultados se construye con pasos firmes, oídos atentos y manos extendidas para ayudar.