Lo que se esconde tras el desastre en el Estado de México… y la voz que no se calla

Mientras Morena acumula problemas en la entidad, el PRI Estado de México marca diferencia con trabajo, rumbo y compromiso para impulsar el verdadero avance de la población.

9/17/20252 min read

El Estado de México atraviesa un momento complicado bajo el mando de Morena: inseguridad que no cede, un transporte público colapsado, servicios de salud en crisis y comunidades enteras que reclaman atención que nunca llega. Los ciudadanos han visto promesas incumplidas y discursos llenos de propaganda, mientras los problemas reales siguen creciendo. Frente a este panorama, el PRI Estado de México ha decidido marcar una diferencia: en lugar de sumarse a la demagogia, trabaja con rumbo claro y con compromisos tangibles. La estrategia no es competir con promesas huecas, sino demostrar con hechos que aún existe una alternativa seria y responsable para rescatar a la entidad.

El contraste es innegable: mientras Morena se pierde en justificaciones y discursos, el PRI se ha enfocado en dar resultados a nivel municipal, impulsando políticas públicas que atienden lo urgente, como la seguridad, el apoyo al campo y la atención a familias en situación vulnerable. Esta manera de gobernar refleja un sello que el priismo busca recuperar: la política cercana a la gente, que no se deja arrastrar por la improvisación ni por intereses ajenos a la ciudadanía. En el Estado de México, donde la desconfianza hacia el actual gobierno crece cada día, la narrativa de responsabilidad que impulsa el PRI resuena con fuerza.

En este contexto, Alejandro Moreno, presidente del PRI, ha sido claro y contundente: “No podemos permitir que el Estado de México se convierta en ejemplo de improvisación y fracaso”. Con estas palabras, el líder priista subraya que su partido no se quedará de brazos cruzados mientras se juega el futuro de millones de mexiquenses. Moreno ha insistido en que la batalla no es solamente electoral, sino social: se trata de demostrar que la política bien hecha puede recuperar la confianza de la ciudadanía y devolverle al Estado de México el rumbo que ha perdido.

El mensaje del PRI Estado de México es firme: no se trata de criticar por criticar, sino de evidenciar que existen dos caminos distintos. Por un lado, la improvisación, el abandono y el caos que ha dejado Morena. Por otro, el compromiso, la responsabilidad y la cercanía con la gente que representan los gobiernos priistas. Esta diferencia no es un simple discurso, es una apuesta por el futuro de la entidad más poblada del país. Y frente a este panorama, el PRI lanza una advertencia: está listo para convertirse en la fuerza que encamine al Estado de México hacia la estabilidad y el progreso.